Encuentra tu moodboard ideal: guía para inspirarte y decidir con confianza

Publicado el 17 de noviembre de 2025, 13:26

Porque elegir un moodboard perfecto no es solo escoger un collage bonito, es descubrir qué estilo te representa y cómo quieres habitar tu espacio.

Cuando piensas en redecorar una sala, una cocina o transformar un rincón de lectura, lo primero que aparece en tu mente suele ser una imagen: luz suave, muebles claros, texturas que invitan a quedarse. Esa imagen es tu impulso visual. Un moodboard es la herramienta para cristalizar ese impulso y convertirlo en un diseño con sentido. Aquí te explico cómo elegir el moodboard que sí te acompañará, sin que suene complicado.

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Moodboard creado por Nuova Imperia.

1. Define tu emoción destino

Antes de arrancar, hazte dos preguntas simples:

  • ¿Cómo quiero sentirme al entrar en este espacio? (calma, energía, sofisticación, ligereza)

  • ¿Qué historia quiero que cuente este rincón? (viaje, naturaleza, minimalismo, confort)

 

💡 Un truco: cierra los ojos y piensa en un lugar donde te hayas sentido bien.
Quizás era una terraza al atardecer, una pequeña cafetería o la casa de alguien que te inspira.
Usa esa imagen como punto de partida; El moodboard será la traducción visual de esa sensación.

2. Encuentra tu propia paleta (con equilibrio y coherencia)

El color es emoción, pero también estructura. Cada tono genera sensaciones distintas y, cuando se combinan con armonía, pueden transformar por completo la percepción de un espacio.

No hay una regla única, pero sí principios que pueden guiarte:

  • Regla 60-30-10: usa un color dominante (60%), uno complementario (30%) y un acento (10%) para crear equilibrio visual.
  • Temperatura del color: los tonos cálidos aportan cercanía y movimiento; los fríos dan profundidad y serenidad.
  • Contraste controlado: no temas mezclar, pero hazlo con intención: un tono neutro puede realzar un color audaz sin saturar.

    Consejo práctico: al construir tu moodboard, combina imágenes que equilibran lo emocional y lo técnico:

    Una que refleja la sensación general que buscas (paz, energía, sofisticación, naturalidad…).

    Otra que muestre la coherencia de colores con la luz real de tu espacio.

    Y una tercera con texturas que aporten volumen o historia , como lino, madera, piedra o cerámica.

    El resultado será un collage que no copia tendencias , sino que expresa quién eres y cómo quieres habitar.

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    3. Inspírate, pero no imites

    Pinterest, Pexels o revistas de diseño son fuentes valiosas, pero el error más común es convertir el moodboard en una lista de deseos ajenos. El tuyo debe contar tu historia visual.

    Integra imágenes propias, rincones de tu casa o lugares que hayas visitado.
    Esa foto que tomaste sin pensar, una luz que entra por la ventana, una textura que te gustó, puede ser la pieza que le dé autenticidad a tu tablero.

    Combina inspiración externa con vivencias personales.
    Así, cada elemento dejará de ser solo “bonito” y empezará a tener significado .

    4. Usa herramientas que te faciliten el trabajo

    Hay plataformas gratuitas que facilitan el proceso: Canva , Milanote, entre otras.
    Elige la que te permita organizar sin limitarte.

    Comienza con un lienzo limpio y crea secciones visuales:

    • Colores base

    • Materiales

    • Mobiliario

    • Responsables emocionales

    💡Algo importante: crea también una versión vertical (1080 × 1920 px).
    No solo sirve para compartir en redes, sino que te ayudará a visualizar cómo se verá tu estilo en espacios reales o móviles. Piensa que ese moodboard puede convertirse luego en tu guía de compras o incluso en un recordatorio visual cuando sientas que tu espacio se desordena.

    5. Verifica escala, mobiliario y realidad

    Muchos moodboards fallan no por falta de estilo, sino por no considerar las proporciones reales. Antes de dejarte llevar por una imagen, pregúntate:
    ¿Cabría ese sofá en mi sala? ¿Esa lámpara tendría sentido con mi altura de techo? ¿Qué tan grandes son esas plantas?

    Incluye en tu moodboard piezas que representan el tamaño real del espacio donde vivirán :

    • Un sofá y una mesa que respetan tus medidas (Puedes ver las medidas en la tienda, ya sea física u online).

    • Texturas coherentes con tu entorno (si vives en clima cálido, prioriza materiales ligeros).

    • Iluminación real: la luz del moodboard debe parecerse a la que entra por tus ventanas.

    No copies una foto, sino que adáptala a tu escala. Ese equilibrio entre deseo y realidad es lo que convierte un espacio en un hogar funcional y bonito a la vez.

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    6. Da forma a tu moodboard

    Llegó el momento de unirlo todo. Después de buscar colores, texturas, materiales e imágenes, verás cómo las piezas comienzan a encajar. Este es el punto donde deja de ser una colección de ideas y se convierte en una historia visual coherente.

    Empieza organizando tus elementos principales: coloca el color base, los tonos secundarios, las texturas que aportan carácter y los detalles emocionales que completan el conjunto. No te preocupes si al principio parece que algo no encaja; el diseño también es un proceso de ajuste. A veces, una imagen que amabas no pertenece al resultado final, y está bien. 

     

    💡 Míralo con distancia:

    • ¿Transmite la emoción que querías provocar?

    • ¿Hay una relación natural entre los materiales y los colores?

    • ¿Se siente como un espacio donde podrías vivir?

    Si la respuesta es sí, entonces ¡lo has logrado! 

    Tu visión puede inspirar a otros. Déjame en los comentarios cómo sería tu moodboard ideal.


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